La parrilla de TVE para la temporada 2012/2013 está cuajada de series de reconocido éxito. Tras un año de austeridad en la partida de contenidos (en dos años se ha reducido en más de 100 millones los fondos destinados a la compra de programas y ficción) y la consecuente caída de la audiencia, la dirección de la Corporación ha decidido sacar del cajón las series españolas que compraron y pagaron en 2011 para tratar de levantar una audiencia que apenas supera el 10 por ciento de share.
Así, desde que empezó la nueva temporada en septiembre de 2012, la televisión pública ha estrenado Isabel, por la que, según la auditoría provisional de 2011, se pagó 9,21 millones (706.658 euros por capítulo). Con el cambio de año regresaron a la parrilla de la pública Gran Reserva, valorada en 7,5 millones, y Cuéntame, que ha costado unos 15 millones, en línea con las dos temporadas anteriores.
El plato gordo de los estrenos se prepara para el segundo semestre de la temporada 2012/2013: la cadena ha anunciado a bombo y platillo el desembarco de la quinta temporada de Águila Roja (15,5 millones). Según explica la auditoría de 2011, a la que ha tenido acceso este diario, a finales de 2012 La 1 no había emitido el último capítulo de la cuarta temporada de esta serie histórica que produce Globomedia y "pese a haberse producido la entrega de materiales de los 17 capítulos contratados de la quinta temporada no se ha emitido ningún capítulo, si bien han sido pagados".
Esta última temporada, que según la auditoria ha costado 915.691 euros por episodio, es mucho más cara que la sexta, que ya se ha empezado a rodar. Según informan fuentes cercanas a Globomedia, el contrato se ha renovado a la baja.
Pese a haber rescatado estas cuatro series valoradas en 47 millones, la Corporación todavía tiene una en el cajón que no tiene visos de que vaya a ver la luz. En 2011 compraron la segunda temporada de La República (9,8 millones o 580.460 euros por capítulo) y todavía sigue sin fecha de estreno.
Caída de la audiencia
Con la llegada del PP al poder en noviembre de 2011 y el ajuste de 250 millones de euros decretado en los dos últimos ejercicios, la dirección decidió retrasar la emisión de las nuevas temporadas de sus grandes éxitos como Águila Roja o Gran Reserva para tratar de ajustar las cuentas.
La consecuencia fue la pérdida de productos como Amar en Tiempos Revueltos, cuya séptima y ultima temporada en la casa costó 16,95 millones de euros (66.114 euros por episodio) o la salida del programa de José Mota, que no se renovó en 2012 y por la que se pagó 6,96 millones de euros (497.189 euros por programa).
La pérdida de Amar en Tiempos Revueltos (la serie de sobremesa) ha supuesto un duro golpe en la línea de flotación de la audiencia de la cadena. Desde su salida de la parrilla no ha conseguido levantar cabeza en la media del mes pese al éxito de sus series de prime time, que llegan a cosechar audiencias del 20 por ciento. Así, de cara a la próxima temporada 2013/2014, la cadena va a estrenar la precuela de Gran Reserva, de la que ha comprado capítulos para seis meses. Con este producto espera levantar el 10,2 por ciento con el que cerró marzo de este año.
De cara a las próximas temporadas, RTVE ya tiene asegurada la continuación de Águila Roja, Cuéntame e Isabel. En abril de 2011 firmó la elaboración de 57 episodios hasta 2013. Dio un anticipo de 1,15 millones y pagó 1,364 millones en concepto de preproducción.
El objetivo de levantar la audiencia es una preocupación latente en la Corporación desde la recta final del año pasado que llevó a la cadena a comprar series y cine por 26 millones de euros, disparando el déficit de la cadena.