La cara más reconocible del Telediario que emite cada día Televisión Española es Ana Blanco, la mítica periodista que suma ya más de 30 años en el ente público. Pero los fines de semana no es ella quien ocupa la silla principal del plató desde donde se emiten los informativos.
Desde septiembre de 2019, Lara Siscar y Lluís Guilera se pusieron al frente los sábados y domingos, aunque un año después, el periodista anunció su marcha del Telediario. Siscar se quedó sola frente a la edición fin de semana.
Aunque los Telediarios de TVE están de capa caída, lo cierto es que la edición que presenta Lara Siscar en la sobremesa del sábado y domingo es la que mejor cuota consigue en la cadena pública. Un 11,4% en marzo frente al 10,9% de Ana Blanco y el 10,1% de Carlos Franganillo.
Lara Siscar: una presentadora con faceta desconocida de escritora
Nacida próxima al mar, en la localidad de Gandía, Valencia, la periodista arrancó su carrera profesional en Canal 9, la televisión pública valenciana que desde 2018 'renació' como la actual À Punt. Tras esos inicios, la presentadora pasó por Nova, el canal de Atresmedia, y en el año 2009 aterrizó en RTVE. El primer espacio que presentó fue Gente, que duró hasta el año 2010.
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Más tarde, la presentadora entró a formar parte del equipo del Canal 24 horas y se puso al frente de algunas ediciones de los informativos. En 2015, Lara fue elegida por TVE para comunicar los resultados de Eurovisión, demostrando su gran versatilidad.
En algunos tramos de 2014, 2015 y 2016, presentó La mañana en 24 horas junto a Ángeles Bravo y se hizo cargo del espacio Asuntos públicos, donde hacía un análisis de las noticias del día y había tiempo para el debate y las entrevistas.
Su calvario como víctima de acoso en redes sociales
Una de las peores etapas de Lara, sin duda alguna, fue el duro y continuo acoso que sufrió a través de las redes sociales y que ella misma denunció en varias ocasiones. "Un perfil en concreto comenzó a exigirme más atención. Si no se la daba, se molestaba, me acusaba de considerarme mejor que él, se enfadaba si no respondía a sus piropos. Luego viró a la negatividad, al odio, a la violencia verbal", contó la periodista en una entrevista a El Español.
Una de las facetas más desconocidas de Lara es la publicación de dos novelas. La vigilante del Louvre salió en 2015, una historia donde Diana es vigilante en el Louvre y cada día pasea por sus salas, rendida a la belleza de las obras que allí se exponen y con las que ha adquirido la costumbre de hablar y relatarles los pormenores de una vida que se ha instalado en la rutina, muy a su pesar. Más tarde, en 2018, presentó su último libro al que tituló Flores negras. Se trata de un rotundo alegato contra la indiferencia y la normalización de la violencia verbal, física o sexual hacia las mujeres.
