RTVE tiene difícil alcanzar el equilibrio presupuestario este año. La Corporación, que acumula pérdidas de 226 millones de euros de euros en dos años, cerró febrero de 2014 con un déficit de 40 millones de euros. Este desequilibrio registrado en los dos primeros meses del año lo desveló el diputado socialista, Juan Luis Gordo Pérez, en el Congreso tras acusar a RTVE de tener "un déficit estructural" de unos 100 millones de euros por la constante caída de los ingresos y los problemas de gestión. En este punto, desde la Corporación aseguraron a este diario que las cifras que manejaba el diputado eran correctas pero que la situación financiera de la pública puede cambiar en los próximos meses. En este sentido, a septiembre de 2013, la pública esperaba cerrar el ejercicio con un déficit de 70 millones que finalmente alcanzó los 113,3 millones por la cancelación de unos ingresos previstos.
Para revertir el panorama financiero, el presidente de RTVE, Leopoldo González Echenique, demandó una serie de medidas. Entre ellas destaca la necesidad de modificar o ajustar el modelo de financiación de la Corporación. "Hay una gran incertidumbre en el modelo de ingresos de RTVE por lo que hay una necesidad de su reforma", expresó González Echenique.
La pata que quiere tocar la pública es la parte que pagan las telecos ya que, según denuncia, no está clara la base sobre la que se calcula la tasa y la dirección se ve obligada a realizar unos presupuestos en base a unos ingresos que desconoce y que suelen ser menor de los esperado (en 2013 se situaron 40 millones por debajo de lo previsto). Esta indefinición llevó a RTVE a ver como desaparecían 114 millones de euros de ingresos correspondientes a las liquidaciones complementarias de las telecos. Echenique, que asegura que se seguirá con la política de austeridad aunque descarta un ERE, se ha reunido con su accionista, la Sepi, y con el ministro de Hacienda para tratar de obtener más fondos y, así, poder atajar los desequilibrios.
A su vez, Echenique asegura que este año se puede retomar el proceso de venta de activos porque se ha recuperado el mercado y que seguirá con la austeridad. Una contención que no le impide pujar por los partidos de calificación de La Roja por 35 millones. Un movimiento que ve lícito ya que entre las obligaciones de la Corporación se encuentra ofrecer eventos deportivos de interés en los que participe la selección española.