"Sentí la necesidad de hacer un documental para que la gente no olvide que esto no es una historia de ficción". Con estas palabras empieza explicando a ECOTEUVE.ES Juan Pablo Escobar, hijo del narcotraficante colombiano, los principales motivos por los que se ha lanzado a dar su versión sobre la vida de su padre.
Se trata de una serie de dos reportajes que estrena DMAX el próximo lunes 5 de marzo, a las 22.30, bajo el nombre Escobar al descubierto y pretende desvelar "la verdadera historia" del fundador del cártel de Medellín.
Contará, entre otras voces, con los testimonios de su hijo, Sebastián Marroquín -identidad que le fue asignada por seguridad a Juan Pablo cuando abandonó Colombia- y de su viuda Tata. Además, ofrecerá a los espectadores un gran archivo de imágenes y vídeos que nunca han visto la luz.
Juan Pablo Escobar cuenta de este modo su versión, después de mostrarse en más de una ocasión totalmente en contra del retrato que realiza Netflix de Pablo Escobar a través de la serie Narcos. "Yo me ofrecí a colaborar con ellos, pero me dijeron que conocían la historia mejor que yo. Entonces, me senté a verla", responde irónico a la vez que recuerda el artículo en el que desmontaba la ficción evidenciando 28 errores importantes que encontró en su segunda tanda de episodios.
El colombiano considera que Narcos es "irresponsable" y que puede "dañar a muchos" y seguir "incitando a la violencia". "Nosotros nunca vimos a Pablo Escobar con los ojos que lo ve Netflix. Si bien tenemos un respeto y amor por la figura del padre, y muchos momentos bonitos, ese amor no nos ha cegado frente a la gran violencia que causó", declara asegurando que la ficción "enaltece" la imagen de Escobar, quien aparece dibujado "como un héroe".
Además, Juan Pablo considera que la serie "oculta" o "maquilla" cómo fue el día a día de su padre a medida que su imperio crecía. "En la serie, Pablo Escobar es un bandido que cada vez se esconde en mansiones más grandes y más bonitas, pero no muestran su vida de sufrimiento, ni que lo ha pasado mal. Lo muestran con mujeres y con vehículos y mucho poder, pero la realidad es otra cosa. Mi papá cuanto más rico era, más pobremente tenía que vivir", recuerda al tiempo que reflexiona: "¿Para qué cuatro millones de dólares si me estoy muriendo de hambre y no puedo ir ni a la esquina a comprar el pan?".

El hijo del narco opina que "el nombre de Pablo Escobar se ha convertido en una franquicia sin dueño" y una marca explotada en la ficción por motivos monetarios e incluso políticos. ¿Y qué responde a aquellos que puedan pensar que él también se está aprovechando económicamente de la figura de su padre?
"Que tienen toda la razón. Siendo hijo de Pablo Escobar tengo un poquito más de derecho que Netflix de hacer dinero con él. Es un derecho legal que tengo al que no tengo por qué renunciar. Conozco otras maneras de enriquecerme más rápido. Una de ellas sería adulando y glorificando a mi padre como bien lo saben hacer en Netflix mejor que yo. Como me he dedicado a lo contrario, vendo menos, no he hecho la película, ni la serie. Yo cuento la verdadera historia", responde a ECOTEUVE.ES el entrevistado recalcando que él lo ha hecho desde una posición "responsable".
"Gran parte de lo que gano lo he donado a víctimas y sectores en Medellín donde los jóvenes son vulnerables de caer en bandas criminales que los reclutan y les aseguran un futuro en el narcotráfico. Esto lo hago de forma anónima y en silencio porque no quiero hacer política con todo esto", desvela Juan Pablo.
Sebastián defiende su "derecho al trabajo honesto para sobrevivir" y reconoce que sus orígenes le han perjudicado profesionalmente. "Soy arquitecto y trabajo como tal, pero no me llueven los trabajos. La gente quiere hacer sus casas pero ven que soy el hijo de Pablo Escobar y cuentan con otros arquitectos para 'ahorrarse problemas", asegura.
"Mi familia y yo asumimos la responsabilidad de saber que hemos lucrado a otros con el nombre de mi padre. ¿Y si no tienen derecho sus hijos por qué Netflix sí lo tiene?", reflexiona.